Dienos, mono ritmico azul

Como un río fresco en el camino asfixiante de una civilización en olvido profundo de su origen, la brigada voluntaria para el rescate de la tierra parió el abrazo sincero, vistiéndose de mensaje conciente, tallo en sus pasos la paz, como un lenguaje natural del orden cósmico palpable en frecuencias galácticas, de ondas vibratorias y trece lunas periódicas que miden la marcha sin apego, abriendo la puerta a la comunión, para retornar al circulo sagrado, que en oración propaga el plan divino aquí en la madre tierra.
En un mismo propósito de paz, encontramos que somos, tejidos con las mismas fibras de luz perpetua, integrando con nuestras mentes un cuerpo entero indivisible de la biosfera y el flujo espiritual que nos genera.
En la continuidad de la mente natural que se acerca al servicio planetario, la marcha sincrónica pulsada en encanta-códigos armónicos, habré la puerta que amplifica la conciencia, permitiendo que este amor trasformativo resuene en el movimiento universal, para terminar la ilusión de una frecuencia disonante, que ha conducido al humano a los pensamientos vanos, lineales y autodestructivos, sepultando el espíritu bajo la confusión de las lenguas.
Como el resplandor solar que muestra el camino, la meditación galáctica hace claro el silencio, para que en el continuo presente fluya el mensaje que rescata la tierra, llamando desde todas las direcciones a un cambio de conciencia, la unificación y establecimiento de un nuevo orden mundial armónico, que contemple el entero y la sincronización espiritual de nuestra especie. Actualmente urgida de una reeducación magnética y un entendimiento profundo de su mente indivisible de la mente galáctica que es un todo, y que continuamente nos llama a edificar comunidades para restablecer el plan de paz para esta bella esfera planetaria que viaja en su espiral evolutivo.